Tras el atentado del pasado 30 de diciembre de 2006, que desestabilizó el pacto con ETA, surge un serio debate sobre la posición adoptada por el Gobierno del PSOE ante el terrorismo. En esta polémica se ve implicada la plataforma RTVE, y con ella RNE, al ser un servicio público dependiente del Estado.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) convocó al día siguiente una manifestación para exigir al presidente del Gobierno la "ruptura real" de las negociaciomes con ETA. Tanto la emisora pública Radio Nacional de España como Televisión Española encontraron enormes dificultades para informar sobre dicha manifestación. Los trabajadores de RNE y de TVE recibieron insultos, empujones y escupitajos de muchos de los miembros de esa marcha. RNE informaba de que el presidente Zapatero había sido el destinatario de la mayoría de las consignas de la manifestación, y de que el predominio de las banderas de España, no ocultaban la existencia de banderas franquistas - o inconstitucionales- entre los convocados a la marcha.
La historia llega más allá cuando AVT acusa directamente por carta a RNE de reclamar lo que ella misma no está dispuesta a cuidar: la libertad de expresión. La AVT basa su acusación en que desde 2005 han convocado cinco manifestaciones multitudinarias y ocho concentraciones exigiendo el fin del terrorismo y Radio Nacional de España nunca ha emitido cuñas publicitarias, como hizo con la convocada el pasado 13 de enero por los sindicatos. Para esta convocatoria RNE emitió ráfagas como: "Quien no se sume a la manifestación dará muestras de falta de responsabilidad y de amor a la libertad", en palabras de Santiago Carrillo; o "La buena gente de este país sale a la calle", dicho por Mavi Aldana. La AVT considera que es una convocatoria gubernamental y totalmente partidista, con una reivindicación ambigua respecto a la política antiterrorista, con unos medios informativos posicionados a su favor.
Ante un tema tan delicado y que afecta tanto a la opinión pública, consideramos un error el apoyo mostrado a la convocatoria sindical por parte de los medios públicos de información, teniendo en cuenta que no lo habían hecho con las de otros organismos. Con esta publicidad, pecan de favoritismo político y pierden credibilidad. Aun así, las acusaciones de AVT nos parecen desmesuradas, y su postura incorrecta, ya que se aprovecha de los acontecimientos para hacer su propia guerra política (en la manifestación convocada por AVT se oían más gritos contra Zapatero que contra el terrorismo).
Por otro lado, la Radio Pública debe atender a todas las partes, pero manteniendo cierto criterio a la hora de emitir sus informaciones. Estamos a favor de la libertad de expresión para todos, siempre y cuando ésta se use con fundamento, y no para criticar por criticar.
martes, 27 de marzo de 2007
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